Las tardes de invierno se prestan a tomar un té calentito, pero esta vez, en vez de pastas... galletas decoradas para acompañarlo.
Estas galletitas me recuerdan aquella tetera que tenía mi madre y que utilizabamos en las tardes lluviosas en Mallorca.
La diferencia es que ahora ya no tomo aquel dulce té con leche... ahora es té verde, té adelgazante, té rojo... pero siempre con edulcorante... Ahora pongo carita de pena y morriña..
¿A que madre no le gusta una reproducción "tan fiel" de uno de sus "cacharritos"?
Besitos, mami. y FELIZ DIA DE LA MADRE (creo que al igual que cuando era pequeña, no he podido esperar... !sí, ya sé que falta mucho!)
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