GALLETAS DE BODA. DAMAS DE HONOR Y NIÑAS DE ARRAS

Los niños en las ceremonias católicas tradicionales en España tienen un papel fundamental: son los niños de las arras.
Cualquier niño/a de corta edad es bienvenido al cortejo. Su cometido puede ser llevar los anillos, las arras, flores o simmplemente, preceder a la novia en su camino hacia el altar.
Las arras son trece monedas que entrega el novio a la novia, durante la ceremonia. Simbolizan los bienes materiales que van a compartir como pareja. Aunque en su origen eran monedas de curso legal, suelen tener imágenes y frases alusivas al matrimonio y el amor conyugal. La tradición indica que es la madrina quien las compra, pero a menudo se heredan de padres a hijos o algún familiar las presta para la ocasión.
Lo gracioso de los peques en las bodas, es lo espontáneo que son. Así, en ¡cuantos vídeos hemos podido ver rodando dichas moneditas! El tema de los anillos está solucionado, porque los colocan en unos pequeños almohadoncitos, que llevan unos lacitos a los que se atan los anillos. Digo "los colocan" porque en nuestra boda no hubo niños de las arras. Los peques disponibles o no andaban o eran adolescentes. 
La ventaja que tiene el utilizar niños (a mi entender...), sobre las damas de honor, es que debe ser muy difícil de acuerdo a todas tus amigas en el vestido que deben llevar. Si no tienes damas de honor, ninguna de tus amigas te odiarán después de verse en el reportaje fotográfico con el vestido verde turquesa o amarillo chillón, que hacía juego con las flores del ramo de novia. Lleven lo que lleven, dentro de unos años, cuando las modas pasen, se verán mal, pero por lo menos no será culpa tuya. Además, uno con el tiempo se reconcilia con sus "looks" pasados, y hasta los pantalones de "pata de elefante" y las hombreras de los 80s consiguen con el tiempo arrancar sonrisas cómplices entre nosotras.
Por el contrario, el vestuario de los niños de arras, tiene más margen de error. Las niñas con superlazos y vestidos tradionales, siempre quedan bien. Ninguna te dirá, que no la favorecía. Así que si teneis que elegir entre las "damas de honor" y las "niñas de las arras", no lo dudéis.

Para seguir con nuestro album de boda, aquí os dejamos las niñas de las arras de nuestra pareja galletil.