Aunque no esta dentro de nuestra cultura, parece que día a día se va imponiendo y ya no es extraño ver telarañas y murciélagos en las puertas de nuestras casas.
Este año, escribí un cuento, pero no de miedo, sino pensando en los más pequeños. Tal vez porque cada vez son más necesarias las personas positivas y amables,
Un huerto escalofriante
La brujita Analinda estaba seriamente
decidida a causar sensación el próximo Halloween. Aunque no sabía
muy bien como…
No podía competir con sus vecinas
Rosamunda, Penélope y Agripina, que todos los años organizaban un
estupendo aquelarre. ¡Estaban invitadas todas las brujas relevantes
de la comarca!
Tras muchos días pensando, halló la
solución. ¡Iba a plantar el más monstruoso huerto de calabazas de
la historia!
Se dirigió presta como una centella
a la tienda de la aldea. Allí compró todo aquello que era
necesario: pala, rastrillo, abono y ¡semillas de calabaza gigante!
Al llegar a su casa, desempolvó su
viejo libro de hechizos y…
-¡Eureka, éste tiene que ser!

Con un poco de esencia de dragón,
pelo de araña calva, mocos de troll resfriado y suspiros de elfo
enamorado compuso el hechizo que burbujeaba en el caldero.
-¡Ay, se me olvidaba! También
pondré canela, jengibre y una pizca de mi ingrediente secreto.
Introdujo semejante cocimiento en un
frasquito de cristal y, con infinita paciencia, dejo pasar dos lunas
llenas.
Analinda, se dirigió al pequeño
huerto que tenía detrás de su casita. En él cultivaba sus plantas
medicinales. Allí tenía la manzanilla y el romero para cuando le
dolía la tripa a su vecino Mirlo; la alcaravea para los gases de
Rosenda; y para los resfriados de su vecinita Rosita, violetas.
Eligió un lugar al lado de las
mandrágoras, que como todo el mundo sabe, son muy parlanchinas. ¡Así
estarían entretenidas sus calabacitas! Plantó las semillitas, y
luego las roció con el mágico líquido.
Al terminar el día, muy satisfecha,
se veía rodeada de sus horripilantes calabazas, siendo la envidia
de todas las demás brujas del lugar.
Se despidió de su amigo el
espantapájaros. Dejándole al cuidado del huerto.
-¡Ten cuidado, no se vayan a comer
los pájaros las semillas y me quede sin mis calabazas! ¡Cuando
crezcan no te asustes van a ser horribles!
Cada anochecer, la brujita Analinda
sobrevolaba su pequeña plantación. ¡Cómo crecían las calabazas!
Era el día de Halloween y Analinda
se dispuso a recoger el fruto de tantos desvelos. Pero, -¡Ay, Dios
mío, qué catástrofe!

Estaban charlando y riendo con el
espantapájaros, que les contaba historias de princesas, dragones y
castillos encantados.
-¿Qué voy a hacer? Pronto será de
noche, ¡todo el mundo se reirá de mis simpáticas calabacitas!
Montó en su escoba, y se fue volando
a su casa. Miró, miró y remiró, pero no encontró ninguna poción
que fuese capaz de transformar aquellas simpáticas criaturitas
parlantes.
Cambió de planes…
A lo mejor con pintura conseguía
disimularlas. Tal vez así pudieran, aunque sólo fuera un poquito,
dar miedo.
A Analinda nunca se le había dado
muy bien el dibujo, pero tampoco sería necesario ser Leonardo. ¡Con
un par de pinceladas conseguiría unos rostros más siniestros!
Con brocha en mano se dirigió hacia
los simpáticos vegetales, y empezó a dibujarles un ojo aquí, una
boca allá…
Pero las calabacitas se morían de la
risa con las cosquillas que le hacía el pincel al deslizarse por
ellas.
La brujita no se lo podía creer
¡Estaba indignada! ¡Sus planes arruinados!
Ya era de noche, Analinda estaba
cubierta de pintura y rodeada de calabazas encantadoras y sonrientes.
Acertó a pasar Rosamunda, montada en
su escoba, camino del aquelarre, y al oír las risas divertidas del
huerto, casi se choca contra el árbol encantado. ¡Eso sí era una
verdadera fiesta!
Las calabazas presentaban un aspecto
estupendo, pues la pintura negra se transformaba en purpurina
multicolor en el pincel de Analinda.
Ese año se decidió que Analinda y
sus calabazas era el MÁS MONSTRUOSAMENTE DIVERTIDO ACONTECIMIENTO
que hubiera existido y existiría jamás.
Os preguntaréis que ocurrió
después…
Pues esa es otra historia que algún
día os contaré.
Maite y Ana:
ResponderEliminarsois las mejores haciendo galletas. Os lo digo enserio,¡son super monas!
Hola guapa me encanta tu blog.
ResponderEliminarquería preguntarte el cortador de galletas de bruja el de la escoba donde lo has comprado o en que página???besitos💋💋💋
Gracias por tu contestación ...me imagino que sera un diseño tuyo
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